¿Cómo vestir una mesa de lujo?
Preparar una comida o cena muy importante requiere tiempo y buen gusto, el resultado debe ser muy personal, hay varios factores a tener en cuenta y no se te debe escapar ninguno. Si eres de esos anfitriones que quieren que sus celebraciones especiales se guarden en la memoria de cada invitado y necesitas dejar a todo el mundo sorprendido y con ganas de repetir, te recomendamos que sigas leyendo.
Para empezar por lo más obvio, es necesaria una mesa con amplias medidas para que todos los comensales se sientan cómodos y con un espacio personal adecuado, además, es imprescindible para que los platos centrales no se acaben amontonando uno encima de otro. Si el mantel es de tela, debe estar perfectamente planchado y debe ser lo suficientemente largo, pero que no llegue a arrastrar. Las sillas son otro elemento importante para el confort de todos y que debe combinar con la estética del ambiente. Por otro lado tenemos los manteles, indispensable para vestir la mesa con el estilo que se esté buscando, es lo que más ayuda a la hora de encontrar ese toque clásico, moderno o vintage.
Otro básico para una mesa memorable es la vajilla, un componente esencial con que hay que tener especial atención para dar con la adecuada combinación de colores acorde con los manteles y el estilo elegido. Lo adecuado es un plato bajo debajo del plato principal, y encima de éste, el plato sobre el que serviremos el entrante. La colocación de la cubertería es vital para no desentonar, cucharas y cuchillos siempre a la derecha y tenedores a la izquierda. Los cuchillos con el filo hacia dentro del servicio.
La decoración puede ser decisiva y marcar la diferencia, un centro de mesa aporta un efecto original y atractivo, eso sí, os dejamos algunos apuntes, nunca deberían ser elementos altos que impidan a los invitados verse o conversar. Si os decantáis por velas o flores, que su olor no sea muy intenso. Un detalle elegante es una servilleta de tela.
Finalmente, lo más importante para disfrutar de una mesa espectacular pensada con esfuerzo y puesta con cariño, es la calidad del menú y de la compañía.